Una universidad “en pie de guerra” contra la obesidad y la mala alimentación
– 11 AGOSTO, 2011
El Centro de Nutrición Humana de la UCLA, en Estados Unidos, convoca al público con máquinas detecta grasa, laboratorios y una cocina. Hasta David Beckham pasó por sus instalaciones.
Máquinas que muestran exactamente dónde está localizada la grasa corporal, científicos concentrados en medir minuciosamente la cantidad de nutrientes en las comidas, un gimnasio, varios laboratorios y una cocina equipada como si fuera un estudio de televisión en la que especialistas enseñan a preparar comidas saludables. Todo eso y varias cosas más forman parte del Centro de Nutrición Humana de la Universidad de California (UCLA), en Estados Unidos, reconocido por su liderazgo en el área en un país cruzado por el problema de la obesidad (es segundo a nivel mundial en cantidad de obesos detrás de México).
El Centro para la Nutrición Humana (CFHN por sus siglas en inglés) ocupa más de 7.000 metros cuadrados en el Laboratorio Warren Hall de Ciencias Biomédicas y del Medio Ambiente en un campus de la UCLA enclavado en un coqueto barrio de Los Angeles. Funciona desde 1996 bajo la dirección de David Heber, un médico risueño y algo encorvado que hizo de la nutrición su obsesión y cuya receta para bajar de peso se soporta en tres pilares: reemplazar las comidas con alto contenido de grasas por proteínas, hacer actividad física (30 minutos diarios ayudan a mantenerse en forma) y anotar lo que se come. Según sus investigaciones, los pacientes que llevan un registro de lo que ingieren obtienen mejores resultados en sus tratamientos para adelgazar.
Pero ser flaco no es sinónimo de bajo en grasas. Cuerpos esbeltos, con abdominales firmes que parecen tablas de lavar la ropa y piernas y brazos torneados: sí, en ellos también se puede esconder la condenada grasa aunque a simple vista no se note. “Se puede tener una pequeña cintura y mucha grasa dentro del cuerpo”, explica Heber.
Y para lo que los ojos no alcanzan a ver, en el CFHN utilizan máquinas que la dejan al descubierto. Una de ellas es la DXA, que permite medir hueso, grasa y músculo. Si bien habitualmente se utiliza para medir la densidad ósea, en el centro la usan para ver en imágenes la localización exacta de la grasa en el cuerpo. El aparato cuesta unos 100.000 dólares y la realización del estudio unos 300.
Uno de los que se sometió a la contundencia de la DXA fue David Beckham el futbolista inglés del L.A. Galaxy que se sorprendió al recibir los resultados. “Pensaba que por estar en forma no tenía grasa de más, pero a él le gustan mucho las hamburguesas y la gaseosa y con el estudio pudo constatar los efectos de ese tipo de alimentación, que lleva varios meses revertir”, cuenta Luigi Gratton, médico especializado en nutrición y deporte. Lo normal, sostiene, es un 20% de grasas en el cuerpo del hombre y un 25% en el de las mujeres. El jugador y el resto del equipo están incluidos en un programa de nutrición de la compañía Herbalife que sponsorea al conjunto y son controlados periódicamente. La empresa, que también patrocina a Lionel Messi, trabaja con el CFHN y donó gran parte del equipamiento del establecimiento.
La joyita del lugar es el BOD POD, un sistema que mide los porcentajes de grasa y músculo corporales. Se trata de una de cápsula de fibra de vidrio en la que una vez que la persona ingresa se acaban los secretos sobre su metabolismo. “La pletismografía de desplazamiento de aire es similar al pesaje hidrostático (submarino), pero la diferencia obvia es que el aire es más práctico y cómodo que el agua, por lo que proporciona un entorno de pruebas mucho más fácil, más seguro y mayor fiabilidad y precisión”, apunta Gratton. Con este método “la composición corporal se deriva de la densidad del cuerpo: cuanto más denso es, menor es el porcentaje de grasa y viceversa”.
Si una de las patas del centro de la UCLA es el análisis de la composición corporal, el otro es el análisis pormenorizado de los compuestos de las comidas. En el Laboratorio de Nutrición Celular y Molecular Mark Hughes a través de la Cromatografía Líquida de Alta Eficacia (HPLC en inglés) miden la cantidad de nutrientes que hay en las comidas. “La técnica permite ver lo poderoso que es un ingrediente y cómo afecta en el cuerpo”, dice Gratton. Entre los estudios más destacados se encuentran los relacionados con las propiedades nutritivas del té verde, del guaraná y del arroz rojo chino.
Y para aprender cómo elegir, combinar y preparar comidas sanas, los especialistas cuentan con una cocina que no tiene nada que envidiarle a la de cualquier chef de primera. Allí, ofrecen clases de elaboración y degustaciones de platos saludables y bajos en grasa a grupos reducidos.
En el CFHN funciona un enorme dispositivo científico, tecnológico y humano en el que todo lo relacionado con la nutrición queda bajo la lupa. Así que si usted se pensaba un obsesivo por chequear en el paquete la cantidad de calorías que tiene la galletita mientras la engulle, relájese, es sólo un principiante.
FUENTE : Diario Clarín
http://www.clarin.com/sociedad/salud/Maquinas-detecta-laboratorios-gimnasio-nutricion_0_532746935.html
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